miércoles, 22 de junio de 2011

Dino el Dinosaurio

Dino es un dinosaurio

Muy grande y peludo

Cuando se queda dormido

Ronca muy agudo.

Ronca, ronca sin parar

Cuando esta su mamá

Se tapa los oídos

Para no escucharlo más.

La mamá le dice: Dino

Dino no duermas más

Aunque el sueño te venza

No ronques más.

Mi Mamá Querida

Cuando veo el sol radiante

y al gallo escucho cantar,

eso me recuerda

que le día comienza ya.

Mi mamá querida

una sonrisa me da

me abraza, me cuida

y me ayuda a estudiar.

Mi mamá me prepara mi desayuno

con leche y pan,

leche calentita que

Dios me da.

El Oso Soso

El oso soso esta

muy gordo, come

que come, sin

parar.

A veces quiere bailar

pero el oso soso no

deja de degustar

come que come sin parar.

El oso soso, come de día y de

noche sin parar,

como, que como sin parar

dice el oso para engordar.

Mi Barco

Tengo un barco,

que es mi tesoro

en donde puedo tener

la libertad de volar.

Con el viento mis

olas comienzan a

caminar, mi

barco es mi tesoro

que quiero de verdad

Con mi barco navego

con rumbo fijo

para llegar a las

orillas del mar

El Perrito Nadador

Tengo un perrito que

Le gusta el mar

Y aunque esta pequeño

Le encanta nadar.

Juega a la pelota

en el agua y

hace piruetas en el mar

y aunque a veces esta

solito, nada sin parar.

El perrito aunque cansadito

sigue en el mar

jugando con las olas

que vienen y van.

Nubecita

Nubecita, ¿Qué has

Comido, que has cambiado

Tu color?

De pronto has oscurecido.

Y no estás del mismo

Humor

Como corriente es

Su mirar, como

Se siente al caminar,

Sus gotas de llanto, acarician mi

Bello manto.

Te veo alegre, bailando

Con tus hermanas gemelas,

Todas a una tocando

Transparentes castañuelas.

¡Ay!, ¡que me estas mojando

Con agua de primavera!

Ya a la casa estoy llegando,

Nubecita, amiga, ¡espera!

El reloj

La aguja más larga

Está en el doce

Y la más pequeña

Apunta en el tres ¿Quieres saber

La hora que es?

1 Larga en el doce

3 Corta en el tres

¡Esto es muy fácil! Las

Tres en punto, esa hora es.

4La Línea que indica horas

Es la más corta.

Y el minutero, siendo más

Largo, va más lento.

Y siempre caminan

7 De noche y de día

6 Tic-toc tic-toc

No se cansan jamás las

Agujas de ese reloj

La muñeca triste

Sentadita tanto tiempo

En una esquina

Una viejita y triste muñeca

Siempre me divisa.

Tenía la muñequita

Cara de luna

Y sus ojitos color verde

Verde aceituna.

Sus manitos de porcelana

En el vestido se albergan

En su pelito ondulado

Revolotean las mariposas.

Tenia la muñeca los

Bracitos destruidos

La mirada ingenua

Y los zapatos rojos.

La cogí entre mis dedos

Con mucho cariño

La magia del mar

A nadar, a nadar

Los pecesitos

En el profundo océano

Con el principito.

Que al menear la cola

Produce magia en las

Grandes olas.

En lo más profundo

Mecen en sus cunas a las

Estrellitas, que jugaban en la

Arena, con su prima las ballenas.

Esperando al amanecer

Para saltar en las burbujas de risa que

Producen de repente.

Al barquito- escuela

Van los pececitos con sus

Colorientos libritos.

A nadar, a nadar

Circo

¡Al circo, todos al circo!

¡Ya va a empezar la función!

Cada cual a su butaca, a sentarse

Y a llenar de alegría su corazón.

Sale el payaso, y hay

Risas, también sale

Una jirafa, un monito con

Sombrero, y una cebra

Con pijamas.

Leones, osos, caballos,

Y un mago malabarista

Que con actos increíbles

Llena de emoción la pista.

Tres elefantes desfilan,

Un chimpancé brinca y salta,

Y en el trampolín más alto

Una trapecista baila.

Polvitos magicos


Nicolás era un niño muy tímido que muy pocas veces se atrevía a hablar. En las celebraciones de cumpleaños lo pasaba muy mal, porque no sabía que decir, ni cómo comportarse. Un día apareció en su casa una tarjeta de invitación, la cual decía que debía asistir a una fiesta de cumpleaños, por supuesto no se alegro con la noticia, pero debió asistir igual. Al momento de estar en la fiesta sintió algo extraño y se refugió en una habitación. De repente, apareció un ángel muy hermoso, pero que estaba un poco enojado, porque se tapaba sus orejas con sus lindas manos y le dijo a Nicolás: ¡Deja de gritar! Le dijo el ángel. Nicolás al escucharlo se sorprendió por aquella aparición y se olvido de su timidez, diciéndole al ángel: ¡Pero si yo no estoy gritando! ¡Yo nunca digo nada! Y el ángel le respondió: ¡Como que no dices nada si no paras de gritar! Nicolás le dijo: ¡Le insisto señor ángel yo no le he dicho nada! Pero tu cuerpo no para de gritar Tus manos, tus pies… todo tu cuerpo esta gritando. Te voy a colocar un poco de mis polvitos mágicos detrás de tus orejas para que puedas escuchar al resto de tu cuerpo.

De esta forma, Nicolás pudo escuchar como el resto de su cuerpo gritaba y se quejaba, diciéndole que quería regresas a casa.

Durante los días siguientes Nicolás escuchaba como su madre le decía un Te amo, a su padre con la mirada. De esta manera, Nicolás aprendió a transformar sus gestos, miradas y actitud cuando se encontraban enfrente de otras personas.

Pepita una hormiga trabajadora



Erase una vez una hormiga llamada Pepita, muy trabajadora, que vivía en un hormiguero con el resto de

Las hormigas cargaban el grano para el invierno, y así cuando llegara el frio, tendrían su alimento para toda la familia de las hormigas. Pero lamentablemente este año, el grano era de muy pequeño t amaño y era difícil de transportar. Las hormigas estaban tan pesimistas, ya que desconfiaban de ellas mismas, y creyeron que no podrían sobrevivir al invierno.

Mientras tanto Pepita, quería cargar mas grano, para ayudar aún más a su gran familia, y comprendió que apoyándose entre todos podrían lograrlo.

Entonces, fue a entrenarse con una hormiga más fuerte que ella, que se llamaba Pipo. Pipo le enseño trucos para cargar mas grano con el mismo esfuerzo. Pepita ensayo durante varios días y cada vez era capaz de cargar mas grano

Cuando Pepita se vio enfrentada a su familia, les comunico ue tenía la solución y que se las enseñaría para poder cargar mas grano.

De esta manera, todo el hormiguero se puso a trabajar con optimismo y logro recolectar mas grano que el año pasado. Y gracias a Pepita, y su entusiasmo lograron sobrevivir al invierno, sin ningún problema.

Fito un cerdito muy valiente


Había una vez una granja muy hermosa, situada en un pueblito muy pequeño, llamada la granja “Trini”. En esta habían varios animalitos, entre ellos vacas, ovejas, gallinas y un pequeño cerdito, al que le llamaban Fito, quién había sido el último en llegar, pues tenía solo tres meses de vida. Fito, era un cerdito muy juguetón, al que le gustaba mucho estar con las ovejas, mientras se alimentaban. Le encantaba correr detrás de las ovejas, hasta que, Firulays, el perro cuidador, le regañaba por no dejar comer a las ovejas tranquilas.

Fito era un cerdito muy valiente, ya que un día cuando se encontraban las ovejas alimentándose, vio como se acercaba un lobo, mientras que Firulays dormía una siesta. De repente, el lobo apareció frente a las ovejas, pero Fito rápidamente aviso a las ovejas, para que desaparecieran de allí y se refugiaran con Firulays. Este, al escuchar los balidos, se despertó y fue a defender las, asustando al lobo.

Desde entonces, Fito, paso a llamarse el cerdito valiente de la granja de Trini, ya que gracias a él las ovejas no fueron lastimadas por el lobo malvado. Así fu como las ovejas y el cerdito Fito fueron amigos para siempre.

El Lago de los sueños





Había una vez un hermoso lago llamado “El Lago de los Sueños”, donde vivía un grupo de bellos patitos, entre ellos se encontraba “Renata”, la patita as empeñosa y solidaria del lago, ya que le encantaba ayudar a los demás a conseguir alimento. La vida en el lago era inmensamente tranquila. Un día, algo inesperado ocurrió, la persona encargada de cuidar el lago, ya no estaba y otro hombre, “Teodoro”, era el nuevo encargado, el cual l único que pensaba era dejar el lago lo más hermoso posible, para que las personas quedaran sorprendidas.

Pocas horas más tarde llego Teodoro, con una carretilla, en la que llevaba un extraño objeto. Renata a patita solidaria, lo observaba cautelosamente, pero no entendía lo que ocurría, ya que Teodoro instalo una fuente con unos tubos distribuidos por todo el lago. Al rato después empezó a sonar un ruido extraño y comenzó a salir una gran cantidad de agua de aquella fuente. Renata muy asustada reunió a toda su comunidad. Los patitos estaban enloquecidos, al ver que su tranquilo lago no era el mismo, a si es que decidieron no volver a jugar en el lago, solo comerían y beberían agua. Teodoro se dio cuenta de lo sucedido y decidió desconectar la fuente.

Al día siguiente, cuando Teodoro volvió al lago, se dio cuenta que los patitos, al igual que las personas, necesitan tranquilidad y un entorno confortable para vivir.

El payasito y su trébol de suerte



Erase una vez un hermoso y atractivo circo, llamado “Risueño”, al cual todos los niños, junto con sus padres, viajan a un mágico mundo de risas e ilusión

En el circo hay un payasito llamado Peluquín, el más alegre y divertido de todos los payasitos, sin embargo, un día antes de comenzar la función, Peluquín estaba muy triste y no quería salir a actuar. Al pasar por el camarín de Peluquín, se detuvo su amigo el acróbata, quien al verlo tan triste, le consulto que era lo que le ocurría y Peluquín le dijo: ¡es que estoy muy triste, porque ha desaparecido mi trébol de la suerte! Y sin él no puedo actuar, pero Peluquín, solo es un trébol, aquí lo mas importante eres tú, los niños te esperan a ti y le encanta que tú los hagas reír. El acróbata, tomo estas palabras y se fue, sin decir una palabra.

Quedaban algunos minutos para comenzar la función, los niños y adultos reclamaban por los payasos, en ese momento llego el acróbata al camarín de Peluquín y le entrego un nuevo trébol de la suerte, claro que no era el mismo, que el tenia, pero le dará la fuerza para actuar, porque era mágico. “Gracias”, le dijo Peluquín, me alegro de tenerte como amigo.

Entonces, el payasito “Peluquín”, se dio cuenta que no puede depender de las cosas materiales, y que solamente debe tener confianza en sí mismo, además se dio cuenta que las personas que están a su lado, así como su amigo acróbata, son un gran apoyo para la vida, ya que hacen las cosas más fáciles cuando los demás lo ven tan difícil.

El Caracol y El Conejo



Había una vez un caracol que le encantaba sacar sus cachitos al sol en el jardín, un día fue al bosque donde están todos los animales más grandes. De pronto se encontró con el conejo Pipo que era muy creído y vanidoso. Y le pregunto ¿Por qué andas tan despacio? No te aburres jajaja se reía el conejo. El caracol le dijo; no tengo apuros pero Pipo se seguía riendo de él a carcajadas. Los animales que estaban, empezaron a gritar “carrera, carrera”, entonces se organizo una carrera al día siguiente a las 12:00 am en punto.
Llego el gran día en donde el conejo y el caracol comenzaron la carrera. El conejo comenzó a correr tan rápido que llego a la cima del monte y vio que el caracol ni siquiera salía de la meta y decidió descansar a la sombra de un árbol, tan cómodo quedo que al final se quedo dormido profundamente. El caracol con gran esfuerzo llego a la cima y desde allí se lanzo rodando hacia abajo y llego a la meta. Los animales comenzaron aplaudir y a gritar de felicidad. El conejo despertó asustado por los gritos de los demás animales. No lo podía creer que un caracol tan lento le podía ganar y entendió que no es bueno reírse de los demás que con ganas y mucho esfuerzo todo se puede lograr.

Las Vaquitas




Había una vez un lechero llamado José, le encantaba entregar leche por toda la ciudad. Es un alimento muy importante para nuestro organismo. Todas las mañanas el lechero se levantaba muy temprano para ordeñar las vacas y guardaba la leche en tarros grandes, para después ir a la ciudad. Al llegar cerca de las casas gritaba: vendo rica leche ¿Quién quiere comprar leche? La gente dejaba sus trabajos para salir a comprar la leche necesaria para su familia, preparaban ricos postres. Normalmente cuando el lechero terminaba su trabajo se iba al huerto a cultivar verdura. Un día se llevo de paseo a las vacas y las dejo a la orilla del río para que comieran pasto fresco, pero de pronto se dio cuenta que las vacas estaban dentro del huerto comiéndose toda las verduras. Al ver esto dijo: están castigadas no les sacaré más leche. Las vacas se pusieron muy tristes y la gente estaba preocupada por la leche. Se dio cuenta Don José que la gente necesitaba leche y las vaquitas estaban arrepentidas así que hablo con ella. De ese día siguen repartiendo por toda la ciudad la “Rica Leche”.

Sapito Toto y Tuto






Había una vez dos sapitos llamados Toto y Tuto que vivían en una huerta de la abuelita Tita, les encantaban jugar entre plantas y hierbas. Un día estando en medio del bosque encontraron un hongo gigante. Como a Toto y Tuto les encantaban los hongos, pensaron en arrancarlos y llevarlo donde la abuelita para la cena. Cuando el sapito Toto lo iba arrancar, el honguito grito; no me coman por favor, me siento muy débil y me duele mi hermoso cuerpo. Si me comen, hasta los puedo contagiar. Los sapitos se miraron y pensaron: tenemos hambre pero el amor es más fuerte y no podemos dejarlo así. El sapito Tuto dijo nosotros vivimos en una huerta que hay muchas hierbas medicinales; le preguntaré a mi abuelita Tita para que me diga cuál te puede ayudar a tu dolor. Entonces los sapitos fueron a sus casas y le contaron a la abuelita del problema del honguito. La abuelita al día siguiente le preparo unas aguas de diferentes hierbas para que el honguito se la tomará. Toto y Tuto se la llevo y el honguito se la tomo y en minutos el honguito comenzó a sentirse muy bien, y los sapitos comenzaron a saltar de alegría y daba las gracias a sus nuevos amigos, desde día no se separaron nunca más.

La Princesa Triste


Había una vez, una princesa muy caprichosa, que vivía en un pueblo sumergido de alegría. Sus habitantes cantaban y bailaban; organizaban fiestas interminables, tan interminables eran que terminaban, empezaban otra fiestas. Se escucho que la princesa estaba aburrida, dijo estoy aburrida y cuando estoy aburrida me pongo muy triste.Estaba tan triste que no siguió participando de las fiestas del pueblo. El padre estaba muy preocupado por el ánimo de su hija, pero ninguno ayudaba a la princesa. Le recetaron varios tratamientos, pero ninguno dio resultado. Pero un día apareció un joven muy apuesto y aventurero que tenía un plan. Al escuchar el rey a este joven le dijo ¿Qué necesitas? El joven le dijo querida princesa ¿Qué te sucede? Ella dijo estoy muy triste y aburrida. El joven dé repente saco de su bolsillo una pequeña flauta y taran taran, la princesa comenzó a reír, taran taran la princesa comenzó a bailar y de ese día nuevamente la princesa comenzó asistir a la fiestas del pueblo en compañía del joven de la flauta que tenía unas melodía muy contagiosa y alegre.

El Sol y la Luna




Siempre el sol se entraba a dormir, y salía su amiga la luna, ella siempre venia acompañada por muchas estrella; durante la noche cantaban, bailaban y contaban historias de los planetas. No se daban cuenta cuando ya era de madrugada y le tocaba la hora de dormir; porque le toca el turno al sol, pero el sol se sentía muy solo, no tenía con quien hablar. La luna se dio cuenta y le pregunto porque te sientes mal, y le respondió; me siento solo, pero la luna quedo pensando no estás solo, tú tienes las nubes quien te acompaña todos los días, si pero vienen a veces para hablar conmigo. La luna comenta mira sol debes estar muy contento y orgulloso ya que tu eres el más principal de todos, tu das el calor a las flores, árboles, animales y por sobre todo a las personas. Ellos te agradecen por entregar luz y calor.

El sol dijo es verdad, siempre los veo con alegría cuando pasean con sus familias y las flores se ven preciosas con sus colores. Desde esa conversación el sol jamás se sintió triste ni con pena.


La Vaquita y el Caballo


En un día soleado pastaban la vaca y el caballo; mientras rumiaba su comida, la Vaquita se reía y no se aguanto de contarle al gran hermoso caballo la razón de su sonrisa.. Es que soy muy feliz por todo el bien que le hago a la humanidad le doy leche, mi excremento sirve de alimento a las plantas; cuando fallezca mi carne servirá de alimento a muchos, mi cuero para hacer artículos utiles; Soy muy importante deberías felicitarme y agradecerme caballito.
El caballito quedó pensando en que si alguien ayuda a los demás lo debería hacer por el gusto y la alegría de colaborar el caballito le dijo a la Vaquita que piensa ella de la ayuda de un animal salvaje como el León y el tigre, la vaca contesto no sirven de nada y no ayudan a nadie son un problema para todos deberían exisitir mas, son vacas y toros para ayudar a todo el mundo. El caballo le dijo a la Vaquita colaborar con los demás es para sentirnos felices de nosotros mismos y para ver a los demás disfrutar y llenos de alegría. Las enseñanzas de nuestros padres haran que tu recibas tanto como mereces, debes ayudar a los demás con gusto y ganas para que los otros progresen y vivan mejor, siempre hay que ayudar a los demás con amor y cariño sin esperar nada a cambio.

viernes, 10 de junio de 2011

Cuento EL SAPITO VERDE





Había una vez en un campo grande y muy florido hermoso, en la cual existían muchos animalitos y muchos sapitos rojos y uno solo de ello era verde. Le gustaba salir a pasear con mama y saltar por los campos, un día la mama les dijo que ya eran grandes para cuidarse solo y que ella debía de abandonar el campo y los tenia que dejar solo.

Al día siguiente salieron todos los sapitos rojos a asear por el campo como lo hacían con mama pero ese día recorrieron mas de lo que paseaban con mama el sapito verde no quiso salir se quedo en el campo ya que decía que los podían discriminar por ser verde y sus demás hermanos eran todos rojos y pensaba que todos los lugares en los cuales fueron a pasear los hermanos podían ser rojo y el iba a ser el único diferente. Pero paso y paso el tiempo y el sapito de sintió muy solito del hecho de no salir, entonces tomo la decisión de salir a pasear juntos con sus hermanos y se encontró con la gran sorpresa que todo era de diferentes colores y que no era todo rojo como el pensaba y que el no era diferente a nadie era igual a todos los demás sapitos, axial después con el pasar de los días a el le daba muchas ganas de salir y salía todos los días a pasear con mucha alegría ya que todo había cambiado y que nada era como el pensaba.

Logro hacerse amigo de muchos sapitos, por lo tanto el el vivió muy feliz por toda su vida desde el día en que supo que todos eran iguales y que nadie era diferente a nadie y que por lo tanto era igual a los demás.